He despertado una vez más,
la pesadilla sigue,
no hay poder humano que la detenga,
a esta ciudad ya se la cargo la chingada...
Un milagro, solo eso maquillaría a este cadaver de ocho días,
por que ya ni el viernes caliente nos hace olvidarque estamos vivimos en el infierno.
Los padrotes y matronas cierran los burdeles, las cantinas han sido quemadas, ya no se puede tomar cerveza con los amigos en la esquina, ya no hay un lugar seguro para eliminar el stress que produce el tener que estar desconfiando de todo el que se me pone enseguida.
Dios, yo sé que hace tiempo que no hablamos, no te quería dar molestias, pero esta vez es necesario, a esta ciudad se la carga el orto, y tú? Ni tus luces...
Solo te exigire que si estás, aparezcas!
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