De las veces que encontré mi vaso medio lleno,
de cuando nos debatíamos a muerte en mi cama,
de cuando cuando fuiste princesa y centro de mi prosa rustica.
Recuerdas? Yo francamente sí, solo que ya no están.
De los colores que no eran mas que eso, colores,
solo que en algún momento olvide que el negro es ausencia de color.
Y qué te digo? Solo que mi vaso sigue medio vacío,
que no hay nadie en mi cama, que no hay princesa,
y sigo negro, sin color absoluto.
Lo peor es ya ni reniego, creo que ya hastale agarré el gusto!
Por lo menos te haz encargado de hacer las cosas mal….
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