Cumbia a Jackelin...

Las distancias son siempre cortas para llegar hasta tus piernas, la barbarie se apodera de todo aquel que te mira y piensa en ti como una chica para desahogar sus carencias afectivas que junto a las tuyas no son mas que sueños de adolescencia.

Imagino tu piel llena de huellas que han dejado los últimos años de desenfrenado rock and roll, jamás será suficiente para ti, siempre debe haber mas, un mas allá en que el despertar te coloque en lo que has decidido para ti, una “fatal feme” de bolsillo y caguamas frías.

Ninguno se dio cuenta que en la sala de tu casa aun está tu fotografía de segundo año de kinder. Nadie se detuvo a pensar que detrás de esa chica siniestra y desalmada está una mujer que nunca disfruto la arena de la caja, que alguna vez su madre la peino para el festival del día del niño y que disfruto comprando en la tiendita lo que había.

Como siempre el abrazo, ese que deja la libido de lado.

Cierto, mejores noches no he pasado que contigo, sin embargo me gusta mas la amiga, la que se despoja de los piercings y los tatuajes y deja ver a aquella niña que alguna vez fuiste.

Desde aquí un abrazo a la amiga, a la que un día el rock and roll le hará justicia y la pondrá en el sitio que merece, a la cabrona mas sweet, a la de ojos furiosos y cuerpo de Dios... Hey, no tienes por que besarme, sé lo mucho que me quieres, es igual, mejor sigamos escribiendo canciones y observando las lunas de octubre que tanto te gustan y que te hacen una mejor amante, ponerme en el plan de tu chico de la noche me limita a ser solo eso, uno mas.

Cuida tus pasos, que yo cuidare de los míos. No te me gastes.