martes, abril 27, 2010

Humedad...


Y por las noches, o los días,
o esas veces que no es ninguna de las dos,
si no solo un tiempo,
la humedad del tibio beso de tu flor
inunda todo lo que circunde a estos dos cuerpos amantes.
Desparrama y se desliza sobre tus muslos,
como agua de silenciosos manantiales
que humectan las caprichosas formaciones rocosas.
Y yo, casi humilde, como un ciervo,
agacho mi cabeza y bebo las gotas de rocío
que regocijan mi lengua, que paladea y se estruja
con el palpitar tectónico de tu cuerpo medio desnudo.

domingo, abril 11, 2010

Y si... (terrores nocturnos II)



Y si despertáramos y todo fuera un mal sueño?
seguramente tus manos estarían manchadas de tinta azul,
y las mías sostendrían una taza de café,
seria octubre y las gotas de lluvia en la ventana
delatarían lo mucho que ha llovido.

Me metería de nuevo en la cama y te abrazaría
hasta que la mañana nublada pasara.
Una paz silenciosa aturdiria los rincones y pasillos blancos de la casa,
Solo nos levantariamos a comer un poco de pan,
y fumar ocacionalmente.