martes, diciembre 16, 2008

Historias del antro rojo


Entonces la encuentro cuando yo bajaba las escaleras que conducen a los sanitarios de aquel legendario Antro Rojo , y veo su esbelta figura adornada por dos preciosos y grandes senos…
Me mira y yo con la seguridad en los ojos, esa que solo te dan tres tragos, me acerco y maquilo la frase que la hará caer, "cuando abre los brazos, sus pechos soberanos reclaman las miradas de este reino de tinieblas" , era perfecta, una frase bien acuñada, seguro conseguiría algunos besos…
Entonces, abro la boca y le digo al oído: Qué chi chocas no te quitan la licencia?
Cerdooo! Te detesto! – ella exclamo-

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