martes, octubre 09, 2007

Dispara, solo mataras a un hombre..."

San Ernesto de la Higuera.

… La ráfaga repentina ciega tus ojos y los caimanes devoran tus piernas y tus manos. El asma fue tu compañera, ella no te abandono ni en Bolivia.

Después qué queda? Un retrato rojo que hoy es uno de los artículos pop mas vendido. Una playera con tu rostro pintado como payaso, un montón de promesas demagógicas de quienes te han tomado como bandera.

Los cuarentones de hoy se emborrachan y gastan su dinero en autos lujosos, los sesentones siguen enfrascados entre ser una momia leninista o un rojo despintado y degenerado en amarillo. Y los que alguna vez juramos no negarte antes del gallo, hoy estamos encaminados a seguir siendo lo que somos, una generación destinada a morir en la tibieza.

Camarada Guevara, no te perdiste de mucho, eras demasiado amor para este mundo en que la revolución se televisa y publicitan cocacolas y telejuegos. La habana se tambalea junto con la salud de nuestro comandante. La escasez de héroes nos ha obligado a poner nombres de expresidentes a calles y colonias

En dónde se apagó la brasa? En que momento te convertiste en una fecha mas para los libros de historia? Cuándo moriste?

Todos te matamos y enterramos tu enseñanza.

A Ernesto, corazón con metralla al hombro, a cuarenta años de tu partida.

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