Te moriste, en domingo,
desobediente como siempre de los cánones,
quizás no querías ir a misa, o a la comida en casa de mamá,
tal vez comiste demasiado buche, o la cerveza fue de más,
que demonios da? es igual, te moriste, en domingo.
Te moriste y te moriste, de un jalón,
no como nosotros los hipócritas que vamos enfermando poco a poco,
buscando el apapacho familiar, buscando ser una carga para alguien.
Hoy te regreso el luto, no lo quiero, no me sirve,
el callejero se cantará, desde hoy, con respeto y no con tristeza,
con respeto al rebelde de siempre, libre como tus pedos,
al que se murió y dejo a este que escribe, mas huérfano de tío,
que viudas a tus múltiples viudas.
Es raro voltear y que no estés, que no te encuentre como siempre debajo de un cofre de auto arreglando algo, comiendo unos takis y una soda retornable, poniendo sheet rock en alguna de nuestras casas. Me encantaría que no te hubieras muerto, pero sin duda, de todas las muertes, escogería la tuya para que fuera así la mía. Desenfadada y con prisa, sin tiempo para agonías y caras hospitalizaciones, dejando un cadáver hermoso y muchas dudas... Dónde dejates el dinero ingrato?
Hasta donde quiera que estés, aquí las ultimas letras de este blog para ti. Te quiero!
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