One kid and a half man...

Siempre quise ser como Charly Sheen, la vida de este mítico genio del machismo estilo maxim me envebe, nunca pensé que de este modo llegaría a mí, ahora que ha venido mi bastago a vivir conmigo siento una extraña responsabilidad que nunca había sentido, y es que en gran medida a sus 8 años es mucho mas maduro que yo. Los últimos cuatro años han sido totalmente hedonistas, en excesos, viviendo una vida disipada sin obligaciones, haciendo lo que me gusta, pero ahora creo que esta etapa es aun mas hedonista y cínica, pues de algún modo me las he ingeniado para terminar siendo una figura paterna, aun y cuando mas bien parezco un tío de esos alcahuetes, la paternidad me sienta bien, y empiezo a creer que hasta me hace lucir encantador, nada menos hoy por la noche cautivamos las miradas de algunas mujeres guapas en el sanborns mientras escogíamos revistas y algunos libros.

Es definitivamente algo nuevo para mí, pues aunque he estado muy cercano siempre a mi hijo, nunca había asumido la responsabilidad completa y hoy capitalizo el sueño de ser un Cesar Costa con la actitud de un Charlie Harpper. No cabe duda que ahora tendré que ser mas cuidadoso de donde pongo mi pornografía en la compu, así como de invitar a mujeres que no tengan la voz tan grave o aguda, por aquello de despertar al niño, evitar las salidas de antro, también debo de salirme a fumar a la terraza, y tratar de imponer algún orden disciplinario en el hogar, aunque esto conlleve el tener yo mismo que acatarlo.

Así, que un extraño pero interesante giro en la trama en plena séptima temporada de esta su comedia favorita. Por lo pronto a disfrutar de la paternidad permisiva y los lujos que esto acarree hasta la puerta.