martes, marzo 10, 2009

Dinámica cuántica...

Supongo que alguna vez, mientras yo jugaba a los tazos,
me fracturaba la pierna derecha en una bimex,
iba por las tortillas con o sin mantelito,
o besaba a Sandra mi novia de 5to de primaria,
tú y solo tú, a 370 kilometros de distancia
crecías y jugabas a ser la mesera de tu papá,
corrías con tus primas en el patio de la carnes asadas,
imaginabas a un príncipe que te besara
para después llevarte en un noble corcel, tú vestida de púrpura.
Y quisas tú y yo adivinabamos algo de lo que venía.

La cosa es que aunque me gusta todo lo bueno, no soy ni seré un príncipe.

Es raro ver como las cosas se mueven apegándose a la realidad como una puesta en escena,
como se acomoda todo para que se dé esta contingencia entre los dos,
en algún momento del pasado estuvimos cerca e intercambiamos energía,
y cada que tenemos oportunidad regresamos por un poco de ella,
como libros prestados, siempre son un buen pretexto, pero jamas se entregan todos, por miedo a no tener por qué regresar la próxima vez.

Un universo implacable.

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