Tan noche, y esta ciclotimia que me tiene escribiendo hasta los votos funerarios de la cucaracha que al cobijo de la noche emprende la misión de robar un poco de mi café. La he aplastado como si no fuera una vida ecológica.
Tan noche y prendo otro cigarro, el humo se confunde con el vapor que sale de mi boca, es una madrugada fría sin mucho que decir.
Tan noche, tan bipolar, tan frío, y tú que ni tus luces, y tú que te extraño, me gustaría que estubieras aquí para ya tener alguna razón para ir a la cama, y otra para despertar.
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