Tributo sexista a las mujeres que pasaron por aquí, en su día...

La primerísima era casada, una reputación bastante mal elogiada, mis amigos de la prepa Allende me decían que debía estar loco para pasearme con ella de la mano y tratarla como novia. A mi nunca me importó lo que se digiese, aquel adiós tan amargo cuando ella resultó embarazada hoy me hace sonreír al recordarla.

Despues la primera de las Alejandrías, se llamaba, digamos que Maruja, jaja, una extraña compulsión que tenia ella por ser infiel, por ensuciar la casa y jamás limpiarla, y allí se me fueron 5 años, 3 de los cuales me tomó el cobrarme al 3 por 1 cada infidelidad, fue muy divertido y emocionante cortejar a cada una de sus amigas y 2 acabarme su juventud y su apariencia de Lolita.

Luego vino la del eterno retorno, algo así como la Sabina del cuento, histérica adorable, segunda Alejandría caprichosa. Creo que solo yo puedo hablar algo sano de ella, todo mundo me dice que está loca y que no sabe lo que quiere, yo digo que sí sabe… Quiere a su novio, pero de vez en cuando también quiere a un hombre, por eso es que regresa conmigo, como una actualización rápida de software siempre con el mismo hardware.

Y luego la historia de amor que debió pasar en Toscana, o en algún barrio bajo de Paris, haciendo el amor en casas y balcones ajenos, besos de taquito, de menudo o burrito de rojo. No voy a decir su nombre pero es bloguera y anda en Paris… Algo así como un albur que ambos supimos desde el principio que debíamos jugar y que casi cuesta un corazón. Gran cuento que completa de la trilogía de las Alejandrías.

Finalmente a la que conocí producto de seis casualidades, traía una peluca y ganas de fastidiarse la vida, le sorprenden las estupideces que hago y para ella soy casi el mejor de los tipos, aunque en el fondo me vea con compasión y algo de ternura al verme dando vueltas sin llegar a ninguna parte, y aunque no valla a ninguna parte, parece que a ella no le importa por que le divierte seguirme, algo me dice que ella sabe perfectamente a donde lleva este camino, por eso sigue. Tiene cara de pescadito y le gusta hello Kitty.

Y unas pocas tantas mas mujeres que me han hecho lo que hoy soy. A todas ellas, felicidades en este día que se conmemora que a falta de proteínas, sus testículos no bajaron y ahora son ovarios, y su pene no creció, y ahora es un clítoris.