Me gustan las mañanas lluviosas. Literalmente.
me encanta la sensación de añorar un cuerpo en mi cama al cual cobijar y ver mientras tomo café. Me gusta el café, su olor, color y sabor son más dramáticos en días así. Me gusta el olor a tierra mojada. El cigarro es mejor. Es extasiante sentir esa sensacion viscosa en la rodilla de una pierna derecha muy caprichosa.
Me gustan los días lluviosos, el arrogante sol al que todos alaban se ve minimizado por un montón de rebeldes nubes que por un rato, inundan cada rincón de espesa sombra, haciendo a los pateticos solitarios especimenes interesantes y hasta adorables.
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