Hasta eso se fue, el gusto por revolcarme con esta perra neurosis que me hacía prevaricar y me desplegaba en un sin fin de vericuetos con posibles salidas, errores múltiples y el gran placer que daba el tener la respuesta por eliminación, el ensayo-error.
Quiero recuperar a aquel que caminaba con los hombros pesados y la mandíbula contracturaza, como antes, feliz de ser infeliz. Hundirme por gusto en la depresión que me hacía follar, tomar, besar, trasnochar y nunca llorar. Quiero ser mi peor enemigo y hacerme sentir idiota por no encontrar la salida, empujándome siempre en tiempos extras a ser mejor aun siendo el peor,
No quiero seguir siendo esta nenita en la que me he convertido, que se lame las heridas y se dice a si mismo, que todo va a pasar y que tiene que buscar ayuda profesional.
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